Está más que dicho, que toda persona y empresa desea incrementar sus beneficios económicos tanto a corto como a largo plazo. Esto es prácticamente una ley de vida.
Regularmente, unos más que otros, pensamos en que nuestra situación sería mucho mejor con mayores ingresos, sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar en el dinero derrochado por actividades innecesarias y que no agregan valor, tanto en nuestras vidas como en el ámbito empresarial.
Desperdicios como exceso de compra de alimentos no requeridos (inventario), impuntualidad (tiempos de espera), regresar a casa a buscar el celular olvidado (movimiento innecesario), reenviar el correo por falto o fallas de información (defectos), entre otros, son acciones cotidianas que nos aumentan el costo de vida de forma personal. Acciones similares en el ámbito laboral, aumentan los costos de producción y administración de cualquier empresa.
Muchas veces, el impacto por el costo de estos desperdicios, al ser cuantificados involucran grandes cantidades de tiempo y dinero, los cuales podrían ser utilizados a beneficio personal y/o empresarial.
Luego, surge la pregunta, ¿qué puedo hacer yo para reducir estos desperdicios? Lo más importante inicialmente sería identificarlos, para luego planificar la forma de minimizarlos, y volverlos parte de tus valores, para que no sea un tema de "no hacer", sino que fluya de manera íntegra en el comportamiento diario.
Esta es la base de la cultura LEAN, creada por Taiichi Ohno en el Toyota Production System (TPS), o mejor conocido como el sistema LEAN. El objetivo principal es la reducción de estas variables - desperdicio, enfocados a nivel cultural, apoyados de metodología y herramientas para lograr su consecución.
¿Te interesa saber más sobre la cultura LEAN, metodologías, herramientas? Escríbenos en la caja de consultas para asesorarte para la incursionar en la cultura LEAN.
