¿Quién pensaría hace un año, o hasta un par de meses que estaríamos encerrados en casa? Esto es algo increíble, preocupante y hasta posiblemente desesperante. Sin embargo, también podríamos pensar en ¿cuándo tendríamos un descanso del ajetreo diario similar?,¿extraño el tráfico?, ¿mi familia la tenía descuidada?, entre otras.
Este tipo de preguntas nos hace analizar (¿quizá muy cliché?) la situación general, nuestra posición privilegiada o sin privilegios en la sociedad, y en las formas a las cuales tendremos que enfrentar el futuro, optimizando recursos y tiempos. Enfocándonos en ¿cuánto tiempo le dedico realmente a practicar mi instrumento musical (u otra afición/estudio/trabajo)?, ¿De este, cuánto utilizo para tocar las mismas líneas melódicas/armónicas, las cuales ya domino y cuánto líneas nuevas?, ¿Estoy utilizando 80% o más en la práctica y lo demás en redes, búsquedas, etc...? podríamos ver si realmente estamos utilizando los recursos de forma óptima.
Continuando con la línea, si finalmente analizamos tratando de corregir estos comportamientos y crecer en esta "pausa mundial", pueda que una vez reiniciemos, sea menos complicado de lo que parezca, posiblemente permitiéndonos ser más competentes, eficientes, y como sociedad, más eficaces.
Te preguntarás, ¿cómo puede haber un impacto social? Esto ocurre paulatinamente, ya que para obtener los mejores registros y eficiencia, será requerido el trabajo en equipo. Halando todos en la misma dirección, podemos llegar a lugares increíbles y por ende, mejorar nuestras estadísticas personales más fácilmente.
Por lo que, sentémonos a analizar, ¿cómo puedo ser más eficiente?, ¿qué requiero de parte de los demás para lograrlo? y por último ¿qué puedo hacer, para que los demás puedan ayudarme a lograr mis objetivos? Para así, buscar las soluciones a estas interrogantes, e intentar crecer un 5 a 10% comparado a nuestras habilidades anteriores a la pausa.
